La Policía de Investigaciones de Chile (PDI) desmanteló dos casinos que operaban sin ningún tipo de licencia oficial en el corazón de Santiago y detuvo a las personas encargadas.
Los salones de juego funcionaban sin el permiso ni la autorización de la Superintendencia de Casinos de Juego u otra administración reconocida en el país, por lo que una vez fue detectada, se pasó a su clausura y a la detención de todas las personas involucradas.
Según se ha podido conocer, los jugadores llegaban desde las diferentes regiones del país y la propia capital y compartían una característica en común: eran clientes de altos ingresos que realizaban una inversión mínima para jugar de $200 mil.
Uno de los salones de juego clandestinos se denominaba Club Bajos York Santiago y se localizaba en la calle Hermanos Clack 971 en Santiago. El casino operaba con total normalidad, publicitando sus servicios incluso por internet a través de su página web y redes sociales como twitter.
Para entender la importancia que las redes sociales tuvieron en el auge de las salas de juego, debemos señalar que en muchos casos los responsables de los negocios captaban nuevos clientes utilizando el Facebook y WhatsApp. Estos negocios, que funcionaban desde hacía más de un años según se ha podido conocer, abrían las puertas a sus exclusivos clientes principalmente durante los miércoles, jueves y viernes de cada semana.
Tras las declaraciones que el Comisario Marcos León realizó al canal 24horas Chile, pudimos conocer el curioso método utilizado entre los apostantes para obtener fichas del casino para participar en los juegos:
Ellos no operaban con dinero en efectivo en las mesas. La tecnología que utilizaban para no ser detectados era a través de transferencia electrónica. Esto les permitía comprar una cantidad de dinero en forma de fichas. De esta manera no podían ser fiscalizados por la policía, ya que no eran detectados como un casino sino como juego entre amigos.
El pasado jueves, la PDI desarticuló completamente esta red de juego ilegal, que incluía a dueños, administradores, empleados e incluso clientes. Todos ellos fueron sorprendidos jugando a diferentes juegos de azar como el póker o las máquinas tragamonedas, como si en cualquier casino regulado por la SCJ se encontraran.
El número de personas detenidas se elevó a 21, lo que se convierte en una actuación de esta índole más importante en Chile hasta el momento. Marcos León indicó que a nivel judicial, el delito trasciende más allá de una reunión entre desconocidos para jugar a juegos de casino, pues hay claros indicios de que los responsables habían elaborado una red totalmente organizada:
A día de hoy la causa el fiscal la tiene formalizada por asociación ilícita, ya que va más allá de poder ser considerado únicamente un casino como tal.
La audiencia se formalizó durante varias horas y el Ministerio público identificó a tres de los imputados como cabecillas de la organización. 2 de ellos permanecen en sus hogares bajo arresto domiciliario, mientras un tercero ha sido encarcelado. El fiscal Roberto Contreras lo explicaba así al portal de 24horas Chile:
Se les formalizó por delitos de establecimiento o casinos clandestinos. Se les formalizó también por asociación ilícita para implementar este tipo de servicios. Y también por delitos tributarios en negocios ilegales de carácter reiterado.
Por último, hemos hay que indicar que durante los 90 días que durará la investigación, el resto de implicados deberán cumplir con los diferentes mandatos impuestos por el juez. Según fuentes consultadas, no se descarta que existan otras instalaciones ilegales operando de la misma manera.