Chile busca una normativa para regular los Casinos

33 mil tragamonedas ilícitas chile

Según desprende un estudio revelado por la Superintendencia de Casinos de juego chilena, treinta y tres mil máquinas de azar operan de forma ilegal en salones de jugeo de todo el país.

Una de las principales preocupaciones que tienen las entidades gubernamentales actualmente es la necesaria regularización de la ingente cantidad de máquinas de juegos de azar que operan sin ningún tipo de control a lo largo de todo Chile. En ochenta de las ochenta y siete comunas que conforman la nación se pueden encontrar aparatos que funcionan sin la autorización pertinente. Un porcentaje que según las autoridades chilenas resulta intolerable.

El estudio que informa de esta situación habla de que se visitaron más de tres mil establecimientos con máquinas de azar, donde un gran porcentaje de estas operan con dinero. La Superintendencia de Casinos de Juego (SJC) ya ha avisado a los municipios implicados que se tomarán las medidas necesarias para revertir la situación. Desde la mayoría de las alcaldías se ha anunciado que se intenta luchar para eliminar el juego ilegal, pero que desgraciadamente no poseen los recursos necesarios para llevar a cabo este proceso de conversión.

Máquinas tragaperras

Muchas de las máquinas de juego no estan reguladas en Chile.

En muchos casos, los mandatarios de los municipios se acogen a la inexistente normativa para evadir la responsabilidad que les correspondería según la SCJ. Hay que recordar que el número de máquinas que operan con dinero en algunas comunas sobrepasan el millar, lo que hace casi inviable para algunas alcaldías tomar medida alguna. Sin embargo, bien es cierto que en otras localidades ya se cerraron diferentes salas de juegos, aunque aún quedarían muchas otras por clausurar.

Por otro lado, Sebastián Salazar, vicepresidente del gremio que aglutina a Operadores, Fabricantes e Importadores de Entretenimientos Electrónicos en Chile (FIDEN), ha atacado duramente a la SCJ, a la que culpa de poner en duda la honestidad de los fabricantes de máquinas de juegos de azar ante toda la nación y envolverlos en un contexto de ilegalidad totalmente injustificada.