La Comisión Asesora del Senado para la Descentralización y el Desarrollo Regional ha aprobado por unanimidad un proyecto de Ley que busca prohibir la operación de máquinas tragamonedas o juegos de azar fuera de las instalaciones que han sido legalmente permitidas para ofrecer estos juegos.
Alejandro Navarro, precursor parlamentario del proyecto, dijo que un estudio de la Universidad Católica reveló que había más de 33,000 máquinas operando ilegalmente en 2016. Según Navarro, el proyecto de ley busca prohibir gradualmente la operación de tragamonedas o juegos de azar fuera del local donde este tipo de máquinas están permitidas por la ley de los casinos No. 19.995, mientras que apoyan a los propietarios de estas tiendas con programas de reestructuración.
Para Navarro, las leyes tuvieron que cambiarse con urgencia, ya que la legislación, hoy en día, es absolutamente obsoleta y está limitada solo a lo que sucede dentro de los casinos, a la sala de juegos, y no fuera. La batalla contra el creciente número de máquinas tragamonedas ilegales ha estado funcionando durante muchos años y ha habido muchos intentos en el pasado por parte de la junta de juego y los gobiernos estatales y municipales locales para cerrar las salas de tragamonedas ilegales.
El aumento de máquinas tragamonedas ilegales en salas recreativas con licencia recae en los gobiernos locales, ya que los responsables municipales les han permitido operar en sus jurisdicciones, pero no han establecido una línea clara entre máquinas que otorgan premios y aquellas que tienen un elemento de habilidad involucrado y las máquinas tragamonedas. De este modo, un gran número de salas de juego obtienen ingresos que se derivan cada vez más de este último tipo de juegos.
El nuevo proyecto de ley viene de la mano de una serie de modificaciones significativas a la ley 19.995 sobre los juegos de azar en Chile, que ahora avanzan en el Senado. Las nuevas propuestas también presentadas este mes buscan poner en marcha medidas de protección más estrictas para los jugadores en los casinos, con multas de hasta USD $ 9,000 y cierres de hasta tres meses por incumplimiento.
Las nuevas reglas controlarían más estrictamente la posible entrada de menores en los casinos y obligarían a los operadores a advertir a los jugadores sobre los peligros de la adicción al juego en estos establecimientos. Los operadores también necesitarían forzar la autoexclusión a través de un registro actualizado de jugadores autoexcluidos.
Del mismo modo, se han presentado propuestas que cambiarían las reglas cuando se trata de publicidad en casinos, con el fin de proteger a los menores y a los jugadores problemáticos, y las nuevas leyes también prohibirían la operación de ´guarderías´ en casinos u hoteles asociados. Por último debemos indicar que los senadores tienen hasta el 28 de mayo para presentar sugerencias sobre los nuevos cambios a las leyes del juego de Chile.